MARÍA Y CORINA EN LA LUCHA ESPIRITUAL -
Rafael García Planchart
MARÍA Y CORINA EN LA LUCHA ESPIRITUAL
Rafael García Planchart
“Esta es una lucha espiritual, representamos el bien y por eso la vamos a ganar”
Son palabras de María Corina que se repiten en cada uno de sus discursos.
El socialismo del régimen y algunos opositores lo menosprecian o ignoran pues sienten que eso no es parte de la política, y que más bien es parte
de las creencias religiosas de ella.
Cuánto se equivocan!.
Siguen sin entender que la nueva política con la cual ella y su equipo han irrumpido con un tsunami en poco menos de un año en la vida nacional,
descalabrando tanto al régimen como la oposición en cada uno de los propósitos es cerrar el paso a la libertad la cual proclama y lidera, es
precisamente que el marco político estratégico son la ética y los valores occidentales cristianos.
María Corina se define como política centro liberal, lo cual no es más que el equilibrio, dentro del marco democrático, entre el conservadurismo y
el progresismo.
Eso implica y obliga, de forma pragmática, a utilizar el método científico de la lógica, y el discernimiento que conlleva la fe para la toma de
decisiones, dentro de un marco de valores propios, engendrados a partir de la cultura occidental, alejada determinismos, con visión de realidad,
con fe en sus seguidores, con esperanza racional, y con caridad emocional hacia las necesidades de la gente.
Corina, la filosofa, la que está formada en parte con ciencia y en parte con el conocimiento más profundo que puede tener el ser humano, qué es
el conocimiento filosófico, representa la mejor del bien en el ser humano.
Su vida pública y privada que le han hecho tan destacada en todo lo que emprende derivan precisamente de la entereza de sus convicciones
formadas a lo largo de sus años de estudio.
Esa calidad moral es la que le sirvió para ser nombrada como miembro de la Comisión de Primaria, donde demostró su temple al no ceder a las
presiones ni del régimen y ni de algunos miembros de la plataforma unitaria.
Es ejemplo que la gente puede pasar por la POLÍTICA sin que la política pase por ellos, es decir, servir al ciudadano en lugar de servirse de él.
Su designación como candidata, además de ser una nueva Victoria en la lucha contra el régimen, es un importantísimo hito más en la
entronización formal del nuevo liderazgo ético, mural, de profundos valores humanísticos que representan la nueva política.
Y por supuesto ella es una nueva y poderosa arma adquirida en la lucha espiritual.
Ojalá los nuevos y viejos líderes políticos entiendan el mensaje y cambien sus conductas, como hasta ahora muchos de ellos y casi todas sus
estructuras políticas han venido haciendo, y empiecen a razonar con lógica y fe, aparten la logística y la casuística, y utilicen el razonamiento
lógico y el discernimiento espiritual para su próximo actuaciones.
Solo así lograrán tener éxito en su vida política.
María y Corina son el faro visible del profundo cambio político que llegará al profundo cambio social e institucional de paradigmas de todos los
venezolanos.
Y con ellas VAMOS HASTA EL FINAL.
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