LA AGENDA 2030 O TODOS CONTRA MARÍA CORINA.
Rafael García Planchart.
Agenda 2030 el nombre de la estrategia de la dictadura para conservar el poder
Su enunciado es simple: no están dadas las condiciones para una transición, porque los miembros
del régimen todavía no han podido legitimarse ni lavar su cara...


LA AGENDA 2030 O TODOS CONTRA MARÍA CORINA.
Rafael García Planchart.

Agenda 2030 el nombre de la estrategia de la dictadura para conservar el poder
Su enunciado es simple: no están dadas las condiciones para una transición, porque los miembros del régimen todavía no han podido legitimarse ni lavar su cara para que cuando entregan el poder no tengan mayores consecuencias.

Diferir la verdadera confrontación electoral para el 2030 les permitirá además desarrollar económica y socialmente al país pues ya tocamos fondo.
Este pensamiento típico dialéctico o casuístico, comienza por desconocer la realidad de un país destrozado, con una economía de guerra, unos servicios en la ruina, un genocidio permanente por falta de atención médica y alimenticia, y la condena al fracaso por la casi no existencia de educación para niños y jóvenes.
Son afectos a la agenda 2030 los siguientes grupos o personas:
Los políticos secuestrados por el régimen por sus actuaciones corruptas en convivencia con la dictadura.

Los encuestólogos, politólogos sociólogos, historiadores e intelectuales pagados por el régimen o por los partidos y políticos corruptos.

Los empresarios enchufados o que esperan enchufarse.
Los periodistas al servicio de los medios en poder del estado o de testaferros, o compinches de los siniestros personeros del reino.

Los miembros corruptos o comprados de los partidos políticos, de la élite militar, de sindicatos y gremios sociales, y otras instituciones civiles.
Los religiosos católicos, cristianos judíos y musulmanes empeñado en creer que el socialismo es el mecanismo de ayuda a los más necesitados a pesar de la evidencia y que el socialismo incrementa la pobreza y los necesitados.
Y por último, algunos venezolanos y diplomáticos extranjeros de buena fe que se tragan la arremetida propagandística de la dictadura y sus esbirros y secuaces señalados más arriba.
Porque ni los propios miembros del régimen, y más del 90% de los venezolanos y la inmensa mayoría de los países del mundo y de su gobierno saben que el planteamiento es falso, de toda falsedad como redundan los abogados, y no es más que parte de la manera o forma de comprar tiempo(“correr la arruga”) que les ha funcionado desde 1945, cuando militares peronistas se aliaron con el partido más izquierdista excepto el comunista, implantaron el socialismo fascista, para pasar a la socialdemocracia, al posterior social cristianismo, seguido por los años de populismo socialdemócrata o social cristiano, interrumpido temporalmente por el intento de Carlos Andrés Pérez establecer un gobierno liberal, para caer en el populismo social cristiano que desembocó en el socialismo del siglo XXI, que nos ha traído ahora a la dictadura de las mafias, excusados en la narrativa socialista, conducta capitalista salvaje, fascismo de promoción del terror y la violencia, la amenaza, la persecución encarcelación y tortura y hasta el asesinato, dentro y fuera del país.
Hay que ser bien corrupto y sin vergüenza, bien mala persona y deshumanizado, bien bandido o aprovechador y manipulador, bien sinvergüenza, o bien mediocre o necio intelectualmente, o muy bien desinformado para creer en, la Agenda 2030.
Si la propuesta es torpe y mediocre, la propaganda y difusión excelente,te produciría la admiración de los propagandistas nazis o de quienes han logrado fomentar el endiosamiento del régimen coreano.
Generales y rectores universitarios, dirigentes empresariales y empresarios de renombre, intelectuales puros, periodistas y arribistas sociales se unen al coro de la agenda 2030 de las más distintas formas.

Por ejemplo la producción de fakenews y su difusión por las redes.
La presentación de noticias falsas en televisión prensa y radio nacionales.
Las reuniones, actos y saraos de personajes del gobierno con pseudo opositores políticos y de la sociedad civil, los delirios sobre la existencia de conspiraciones y de intentos de magnicidio, y las innumerables entrevistas y artículos de quienes terminan siendo siempre los mismos “abajo firmantes” quiénes redactan sesudos y enjundiosos comunicados que empiezan por buscar razones nobles y democráticas, prácticas innecesarias, para que en un salto dialéctico, o una interpretación casuística totalmente apartada de la lógica y de la realidad, concluyan en la necesidad de hacer algo que beneficie a la dictadura y al régimen en su agenda 2030.

Pero eso lo conoce más del 80% de los venezolanos.
Quién se va acercando a la promoción de la Agenda 2030 se va descalificando en su entorno, en sus amigos y hasta en su familia, y si no es un corrupto lo hace a cambio de nada, como no sea la satisfacción de seguirse sintiendo un notable.

El proceso de transición que empezó el 22 de octubre del 2023, que culminará con la Asunción de la presidencia de la República por parte de María Corina Machado en el 2025, mediante un proceso electoral transparente, democrático, masivo, con la participación de todos los venezolanos que quieran ser candidato los, con calificada observación internacional que certifique la puridad de los resultados, ha servido, de manera impresionante, para separar en el liderazgo político, económico, social y militar el trigo de la cizaña, como la parábola bíblica.

En cada aparición, en cada comunicado, en cada entrevista o artículo o asistencia a evento público o privado que hace alguno de estos personajes supuestamente líderes de su actividad, se va decantando quiénes son verdaderos demócratas y quiénes son pro dictadura, por conchupancia, impericia, imprudencia, negligencia o ignorancia.

Ese efecto es importantísimo en la creación del nuevo país liberal que se nos avecina, pues se trata básicamente de la calidad moral y ética de los individuos que detentan el liderazgo en sus áreas respectivas, en las cuales, en ese nuevo país, su actuación los relegará a quedar como espectadores del resurgimiento de una Venezuela libre, poderosa, orgullosa y en crecimiento permanente de sus capacidades y virtudes, en una meritocracia basada en los verdaderos valores.

Y así ocurrirá, por qué VAMOS HASTA EL FINAL.

>Ver más  

Redes relacionadas
:

Website

Twitter Vente StumbleUpon Pinterest Print WhatsApp